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viernes, 28 de diciembre de 2012

10 de agosto de 2011

Este día saqué el auto a las 7 a.m. oscuro aún, un jetta gris plata que estaba estacionado en la esquina frente a una guardería con la luz alta prendida, de pronto, cuando estacionaba mi camioneta, rápidamente se dirigió hacia mi. Le pedí cambio de luces...de pronto el vehículo se detuvo con 4 sujetos a bordo, uno de ellos bajó de la puerta trasera izquierda, bien vestido de guayabera y pantalón beige, por el retrovisor ví que descendió del auto pistola en mano...sentí que me desguancé y pensé: Ya me tocó... Bajate a la verga...bajate a la verga, apuntandome por el cristal...abrí la puerta sin mirarle la cara, mirando el suelo descendí del auto...Peguese a la pared, péquese a la pared...seguía ordenándome...obedecí. Sólo ví que dos sujetos se subían y llevandose el auto daban vuelta en la esquina. El jetta siguió el camino contrario con los otros dos tipos. Empezó el exodo, la denuncia, los trámites. Me dí cuenta que no era la única denuncia, ese día otros 52 autos habían sido robados tan sólo en Acapulco. El ajustador se concretó a escuchar y dar indicaciones para el procedimiento de indemnización en caso de no aparecer. Un policía municipal me dijo que ellos estaban encontrando todos los vehículos, que en tres días me hablaban a mi teléfono. Pasando treinta días, no apareció mi auto. Dí de baja las placas...reuní los papeles y procedió lo pertinente al seguro. Dicen que todo es un negocio de "los que invirtieron" su dinero para que ganara la grande el ejecutivo municipal. Tras su derrota, se ofreció a la ciudadanía para que "esos" se cobraran el préstamo. Impunidad, impotencia, frustración... brazos caídos... uno, otro, otro abuso más...se iban sumando dia tras día... No bastaba con decir: Habla bien de Aca... no es hablar bien, sino hacer bien en Aca. Esos, no hacen bien en Aca...